martes, 5 de marzo de 2013

En bolas a la Pile.


Ya grandecitos como para colonia de vacaciones, nos juntamos unos cuantos pendejos pelotudos de catorce años en un par de carpas a pasar unos dias a la pseudo-deriva (nuestros papas nos daban plata y comida) en el Club Nautico de Arrecifes. Las reglas eran muy simples: no romper, no robar y no meterse en la pileta por la noche. Esta ultima estaba avalada por el mito popular de que por la noche, el cloro que el bañero Cameli (celebre por sus cagadas a pedo sanguchezcas, como 'parecen guanacos, parecen' y 'son chicos grandes, son') habia echado a eso de las siete de la tarde nos iba a quemar la ropa. Luego de corroborar por nuestra cuenta -varias veces por si acaso- que el agua no se teñia de rojo si meabamos en la pileta, supusimos que el asunto del cloro era un bolazo tambien, pero nos dio la novedosa idea de meternos todos en pelotas, como mucho ibamos a terminar con el escroto en carne viva.

Algunos cagones tenian vergüencita, pero los cinco mas copados nos bajamos los lienzos y los zolcilloncas y cruzamos el tramito de pasto que separaba el sector arbolado de nuestro fogon y la reja de un metro de alto que vallaba la pileta. Saltamos la reja y antes de meternos al agua limpiamos minuciosamente cada pastito y cada tierrita que dejamos en la orilla con nuestras pisadas. Ya flotando nosotros, los cuatro o cinco mariquitas que se habian quedado afuera lanzaban susurros urgentes y alterados que bien pudieron ser gritos: '¡El sereno!'. Y volvieron corriendo al fogon. Los pibes copados nadamos a la orilla de la pileta y nos agarramos del borde porque no haciamos pie, la estructra del trampolin nos ayudo a escondernos mejor cuando el haz de luz de la linterna del sereno paso por encima de nuestras cabezas. Fueron unos pocos segundos, miramos y lo vimos yendose con su uniforme: una chomba naranja ridicula.

Al rato cayeron dos muchachitos un añito mayores que nosotros, mas rebeldes y arriesgados porque andaban tomando vino. Pero se metieron en calzoncillos, no se si porque no eran tan inocentes de creerse el verso del cloro o porque tenian los pitos muy cortos. Les importo tres carajos el barro y el pasto, se dieron una zambullida y se fueron en sus bicicletas con sus tetra-brick. Ninguno de nosotros se quiso tomar el trabajo de limpiar lo que ensuciaron los otros dos, asi que dejamos todo asi nomas y pegamos la vuelta. Vimos señas desde el fogon, ¡el sereno de nuevo!. Algunos corrimos a cambiarnos rapido a las carpas y nos hicimos los boludos, otros pensaron que el sereno iba a llegar antes y nos iba a ver en pelotas y dispararon para el otro lado, uno de ellos incluso anduvo rengo un par de dias porque pateo un adoquin en la carrera. El sereno no se dio cuenta de nada, simpatico como siempre nos dio un poco de charla y se fue con su chomba naranja. La noche siguio, nos cagamos de risa un rato mas, el que tenia el pie lastimado se quejo un poco y mas tarde pinto el sueño y nos dormimos.

Al mediodia aparecio Cameli a forrearnos porque 'esta tarde los echan a todos a la mierda, los echan'. ¿Por que?. '¡Porque se metieron a la pileta, boludos!'. Culpamos a los dos borrachines, Cameli no nos dio ni pelota, ni tampoco aviso a la comision, nos forreo de gusto y nos quedamos acampando el resto de la semana. Un genio. Suerte que nunca se entero (hasta donde sabemos) que choreamos el kiosco de la primera a la ultima noche, ni que mi mochila tenia un fondo falso que albergaba pelotitas de tenis y de metegol afanadas en el club. Ojo, lo del metegol era por prevencion, no se cobraba por usarlo, cuando se terminaban las pelotitas se daba vuelta la mesa para que cayeran de nuevo, o poniamos remeras adentro de los arcos. Que egoistas, nos encanutabamos el metegol para nosotros.

Y no tenia celular.



10 comentarios:

  1. Que buenas anécdotas. Muy copados los clubs si el grupo de amigos es bueno, esas aventuras nunca se olvidan!

    Aguante robar el kiosko!

    Saludos,

    Bellis

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    1. ni hablar de las pelotitas de tenis, ni de ser los mandamas del metegol! me pinte a mi y a mis amigotes de bravos, pero en realidad seguimos siendo unos inocentones hasta el dia de hoy..

      saludos!

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  2. Será por que soy mujer... pero estar en bolas en una pileta... salvo que sea con el sexo opuesto... no me interesa.

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    1. no va en lo sexual ene ese ene ce, es la picardia de hacer alguna pelotudez. igual aguante ser chabonnnnn

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  3. Las anécdotas de club, Cere, son las mejores. Yo pasaba los veranos de mi adolescencia en uno y el día daba para hacer toda clase de bobadas que en ese momento se disfrutaban y mucho. Además un clasiquito era transgredir la custodia de cuidadores. Igual las pavadas que hacíamos en nuestra época (fines de los 70/principios de los 80) eran ingenuidades comparadas con las que hacen mis hijos hoy.
    Coincido con NsNc en que las minas no somos de hacer eso, es un ritual muy masculino.
    Saludos van, Cere! Me encantó este post que me hizo recordar mis gloriosas épocas del U.V.V.A.

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    1. y las mias eran ingenuidades comparadas con las de otros muchachotes de mi edad, aunque si, gloriosas epocas. saludos van!

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  4. jajajaja
    chicos robar está mal!
    asi no!!
    hoy es una pelota de metegol , mañana es piratear y después robar una cartera!
    la juventud está perdida.

    braincito,pol el amol de la san concha de jesús sacá el demuestra si eres un robot porfavorrrr te lo pido , por favorrr!

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    1. me rahabilite por mi propia cuenta juanita!

      como saco lo del robot? lo odio tambien.

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    2. jajaj muy bien sino vas a terminar robandote un remis como el pity

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